Merece la pena sólo cuando hay amor y cuando ese amor te llena de felicidad y de esperanza cada día.
Y cuando el deseo de continuar sólo procede de una de las dos partes,hay que aprender a respetar la decisión del que quiere dejarlo.
Tu grandeza no será exigir o manipular,sino saber retirarse a tiempo y darte otra oportunidad.
Si por lo contrario te hace infeliz,si lloras más que ríes,si hay faltas de respeto de cualquier índole,menosprecios y dolor,obviamente no merece la pena.
Si las diferencias son tan profundas que obligan a cesiones irrenunciables,no hay posibilidad de una vida emocional sana.Y cuando el deseo de continuar sólo procede de una de las dos partes,hay que aprender a respetar la decisión del que quiere dejarlo.
Tu grandeza no será exigir o manipular,sino saber retirarse a tiempo y darte otra oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario